La revolución del mundo digital vino acompañada de criptomonedas como IOTA, un activo muy diferente a las miles de monedas digitales conocidas en el mercado.
Su objetivo y función son muy ambiciosos, puesto que busca dar sustento a los objetos que estarán conectados al imbatible internet.
Aunque parezca muy increíble, IOTA es solo una muestra de lo que trae el futuro y con el que debes familiarizarte desde ya para sacar provecho de sus beneficios.
¿Qué es IOTA?
Además de ser una criptomoneda, es un proyecto de red que busca enlazar a la tecnología DLT con el IoT.
El DLT es el acrónimo de Distributed Ledger Technology, el cual es un sistema tecnológico que sirve para registrar datos que no son ejecutados por una sola entidad.
Por otra parte, el IoT hace referencia a todos los objetos que están interconectados entre sí con el internet.
Además, el objetivo de IOTA es conectar y desarrollar soluciones escalables, que conecten los dispositivos IoT a una red totalmente segura y que no sea controlada por gobiernos.
El proyecto en sí parecería que se aleja del mundo de las criptomonedas, pero no; en realidad el token de este protocolo y su desenvolvimiento, es el que permite que tenga fondos para las constantes actualizaciones que requiere IOTA.
Creación
David Sønstebø, Dominik Schiener, Sergey Ivancheglo, y Serguei Popov son los creadores de IOTA, la cual funciona desde el 2016 activamente gracias a Tangle, en conjunto con otras actualizaciones.
Su lanzamiento se dio con una oferta inicial (ICO), la cual presentó el token del proyecto en conjunto con otras criptomonedas conocidas del momento (entre ellas el Bitcoin).
Tal estrategia financió la primera parte del proyecto y aseguró su permanencia. Cabe destacar, que lo recaudado durante la jornada fueron 1300 Bitcoins, cuyo valor era de $500.000 para ese momento.
Luego de ese lanzamiento, el protocolo ha seguido una larga evolución para convertirse en lo que es hoy y por supuesto, seguir avanzando hacia lo que debe ser: Un proyecto innovador que revolucionó el mundo blockchain.
Objetivo
El objetivo de la también criptomoneda, es desarrollar una DLT de alta velocidad que interconecte dispositivos IoT con una red descentralizada; hecho que permitiría hacer contacto rápido con la red peer-to-peer.
De igual forma, IOTA defiende el dinamismo que debe existir al momento de realizar transacciones tanto grandes como pequeñas.
Por otra parte, otro de los puntos más importante de IOTA, es lograr que los dispositivos del IoT transfieran fondos en tiempo real; y a su vez puedan registrar cada acción realizada e intercambiar mensajes entre ellos.
Una de las características de la red, es que no requiere de mineros, puesto que la producción de tokens es llevada a cabo por dispositivos que funcionan de forma asincrónica y bajo fuertes medidas de seguridad.
Afortunadamente, la red de IOTA ya está en marcha y puede ser aprovechada por usuarios de todo el mundo y fanáticos de los avances de la blockchain.
¿Cómo funciona IOTA?
Para saber cómo funciona IOTA, es necesario que se entienda de donde proviene y por eso hay que hablar de Tangue, el eje central del protocolo/criptomoneda.
Tangue es una DAG (gráfico en español) que denota los nodos de la red y muestra cómo se conectan otros con otros.
Por si aún no captas el asunto, imagina una tela de araña a través de la cual viajan transacciones y todo tipo de información.
El DAG se caracteriza por ser una red de caminos que no se repiten ni tienen vuelta atrás. En pocas palabras tienen una sola dirección específica.
Tal particularidad lo convierte en una red bastante segura, debido a que no permite alteraciones en la data; pareciéndose a una blockchain pero sin llegar a serlo realmente.
Además, gracias a Tangle no existe la necesidad de usar cadena de bloques; ya que los nodos son los que actúan como validadores y emisores de las transacciones.
¿Perfección? No se sabe, pero lo cierto es que hay que estar atento a cada cambio y novedad que trae la red del futuro, es decir IOTA.